El presidente estadounidense, Donald Trump, ha aprovechado la vitrina global que ofrece el Mobile World Congress (MWC) para lanzar fuertes críticas contra la regulación tecnológica de la Unión Europea. Este evento, uno de los más influyentes en el sector tecnológico, se celebra actualmente en Barcelona, y en su primera jornada, Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, no dudó en manifestar su desacuerdo con las políticas regulatorias impuestas por la UE.
Carr se centró especialmente en la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), una regulación europea que obliga a los gigantes tecnológicos, en su mayoría estadounidenses, a tomar medidas contra la desinformación en línea. Según Carr, esta normativa impone restricciones excesivas y entra en conflicto con los valores fundamentales de libertad de expresión y las empresas estadounidenses. "Este régimen regulador pone en peligro nuestras tradiciones y empresas. Defenderemos nuestros intereses", afirmó Carr, quien se encuentra en su primer viaje a Europa desde que fue nombrado en su cargo por Trump hace apenas 41 días.
Críticas de la UE y Cambio en su Enfoque Regulador
A pesar de las tensiones, la propia Unión Europea ha mostrado señales de una posible rectificación en su enfoque regulatorio. Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva para la Soberanía Tecnológica de la Comisión Europea, señaló que el objetivo principal será simplificar la normativa, reduciendo así la carga regulatoria para las empresas tecnológicas. Este cambio de tono refleja una posible modificación en la política comunitaria, especialmente después de que Virkkunen adoptara una postura más conservadora a finales de 2024.
Virkkunen también expresó su intención de fomentar la colaboración con la industria tecnológica, subrayando su compromiso con la aceleración de proyectos clave, como la inversión de 200.000 millones de euros en inteligencia artificial anunciada por Ursula Von der Leyen en febrero de 2025. Este enfoque apunta a dinamizar el desarrollo tecnológico en Europa y facilitar la creación de nuevas oportunidades en el sector.
Con este contexto, la regulación tecnológica en Europa sigue siendo un tema de debate, y su evolución será crucial para el futuro de las relaciones internacionales en el ámbito digital. |
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